Columna de la semana

Actuar ante la crisis económica y el desempleo en Colombia

Por: Pedro Ángel Quintero Tirado
Correo: Pangelquinteroab@gmail.com
 
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Las cifras mostradas con 5,3 millones de personas en situación de desempleo en la última medición del Dane, son simplemente dantescas, pero igualmente previsibles ante la magnitud de los efectos que seguirá causando el coronavirus, y, además con la particularidad que los números seguirán subiendo abruptamente con el pasar de los meses de no actuar, aumentando la pobreza y la desigualdad social y económica, que de por sí ya era notoria en Colombia. Nadie se salvará de los desastrosos efectos de la pandemia, y por ello buscar soluciones también demandará de todas y todos.

Pero más allá de esto, también queda en evidencia que la teoría económica dominante ha quedado en entredicho, ya que sus propuestas son solo para un mundo idílico, perfecto, competitivo, etc. Utopía solo realizable en las mentes de “yupis” que nunca han sabido que es la angustia y la necesidad de miles de trabajadores asalariados y de la economía popular, empresarios, madres cabeza de hogar, etc. Ante esto, a partir de este momento será transcendental entender que la economía jamás podrá estar separada de lo social y lo político, como lo afirmaba Polanyi, así como el necesario replanteamiento de la misma organización de nuestras sociedades a través del actual sistema social y económico, sin poner en el centro lo realmente esencial que es lo humano.

Esta realidad de la economía colombiana en tiempos de coronavirus, hace que se deba apelar al concepto de humanidad sobre cualquier consideración. Ya que si algo ha quedado comprobado es que actualmente la producción de alimentos y de servicios básicos para cerca de 50 millones de colombianos si es posible, pero el acceso real a ellos no lo ha sido para todas y todos. Esto solo será posible por medio de la implementación de una renta básica para más de 20 millones de colombianos que actualmente lo requieren, así como la priorización y protección de los sectores esenciales. Hacer efectivas estas medidas tan radicales son parte de volver a unir lo social y lo económico.

Todas las estrategias de reactivación económica solo tendrán un mínimo efecto con las condiciones actuales de incertidumbre ante el avance del coronavirus. No obstante, es posible que estas tengan un resultado paulatinamente positivo si garantizamos el mínimo vital a todas y todos los colombianos; y si ellas se basan en modelos de cooperación y solidaridad tanto para los sectores sociales, como empresariales del país; esto quiere decir, superar el paradigma individualista por el colectivo.

Ver la economía como base principal de lo humano, y no solamente para la acumulación de riquezas en unas pocas manos, será vital para evitar la tragedia social que se avecina en Colombia, y la cual apenas estamos viendo comenzar. Impulsar un sector empresarial desde lo cooperativo y lo asociativo, fomentar la economía social y solidaria en los mismos territorios, y apostarle a que todos los colombianos tengan lo básico para su sobrevivencia, debe ser el enfoque en momentos donde la humanidad está a prueba, las terribles cifras económicas así lo demuestran.

 

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