Columna de la semana

Haciendo balance

Por: Pedro Ángel Quintero Tirado
Correo: Pangelquinteroab@gmail.com
 
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El 2020 llegó para cambiar la historia de la humanidad y hasta el momento nadie duda de ello. Con el avance de la pandemia y sus terribles efectos, la cual se sigue acentuando, se hace evidente que el mundo "perfecto" que nos vendían desde cualquier sistema social, político y económico, solo fueron utopías vacías y delirantes, haciendo agua en momentos complejos.

Esto sumado a que el llamado antropocentrismo, que es creer que el ser humano es el centro del mundo, y que sigue siendo base de nuestra formación, también ha quedado en entredicho. Además, una sociedad construida sobre el supuesto de la suma de las voluntades individuales, y no lo contrario, es decir, una sociedad colectiva que influye en las voluntades individuales, nos ha llevado a qué está crisis sea aún peor, y con consecuencias dolorosas.

Y claro, Colombia no podía ser la excepción, un país que sigue naufragando en medio de las inequidades y la injusticia social, pero al cual se le suma un conflicto armado que parece nunca terminar, y más aún, con un gobierno nacional que ha desechado la paz, y que además sigue gobernando desde Bogotá sin entender las regiones y sus particularidades, afecta mayormente la calidad de vida de todas y todos los colombianos.

Sin embargo, más allá de un año que ha traído muerte, dolor, abandono y todo lo que nos podamos imaginar, sin saber si el 2021 sea peor, también es tiempo de entender que no podemos seguir siendo simples espectadores ante todo lo que nos rodea. Hoy más que nunca nuestros campos y ciudades requieren volverse más colectivas y solidarias, pero esto también implica que como sociedad en conjunto debemos incorporar otros sujetos de derechos en nuestras vidas como la naturaleza y los animales, por ejemplo.

Además, una sociedad marcada por este año tan particular en el 2020 debe hacernos entender algo importante, y es que lo que le suceda al otro, tarde o temprano nos va a suceder a nosotros mismos. La decadencia del sistema social, político y económico, ha sido muy bien ilustrado por intelectuales como el profesor Arturo Escobar, y por ello es más que necesario pensarnos diferentes, cuestionar, construir colectivamente, aumentar la solidaridad al máximo y entender que este momento nos compete a todas y todos, el balance del año no es positivo pero nos ha dado unas buenas lecciones y una nueva oportunidad.

 

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