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El movimiento por la defensa del Páramo de Santurbán completa más de 10 años en Santander y sigue siendo ejemplo de lucha y organización, no solo a nivel regional, sino también nacional y mundial. El cual, además, ha mostrado que es posible pensar una organización superando el supuesto “castrochavismo” que colocan algunos pseudo-gobernantes de turno, para infundir miedo cuando se trata de exigir derechos; en este caso el derecho al agua de más de 2 millones de santandereanos y la protección del Páramo. Y si bien, está orgullosa lucha ha sido álgida y fuerte a tal punto que hoy sigue siendo la principal causa de los santandereanos, aún queda mucho por recorrer a pesar del pronunciamiento del Anla en negar la explotación, y decimos “mucho por recorrer” porque Minesa ya ha anunciado que apelara la decisión; además, no se prohibió para siempre la megaminería en los páramos. Esto se suma a lo ha denunciado el Dr. Forero, quien señalo que actualmente se siguen haciendo las llamadas "exploraciones" en Santurbán con la complicidad de las autoridades.
Lo anterior nos muestra que siempre tendremos estos riesgos latentes, como el supuesto cuento de que hay que hacer una “delimitación” del Páramo, pero también, que ala vez, solo la organización y el compromiso de los santandereanos podrá hacer frente a estas terribles amenazas que hoy afrontamos, y que hasta el momento hemos sabido llevar con compromiso y unión. Lo cual demuestra que cualquier causa justa que lideremos puede ser llevada a cabo.
Ahora bien, en un momento complejo para la historia de Santander y de Colombia misma, donde la crisis social y económica se asienta por cuenta de la pandemia, y de los problemas estructurales anteriores a este evento como: pobreza, desigualdad social y económica, desprecio por la naturaleza, entre otros; la lucha dada por el Páramo de Santurbán puede ser la guía para pensarnos colectivamente, y desarrollar un movimiento ciudadano fuerte que afronte estos terribles tiempos.
Son dos problemas que tendremos latentes en los próximos años, uno de ellos es que han quedado abiertas las puertas aún a la megaminería y debemos estar alertas, pero también que debemos pensar juntos la manera de salir adelante superando la inequidades sociales y económicas que actualmente vivimos, y que han sido agravadas en estos tiempos. Sin embargo, seguimos siendo un territorio que hace apología al orgullo comunero, demostrando que se puede salir adelante en medio de las dificultades, este es el momento en que la defensa de Santurbán una a Santander e inspire el actuar. OTRAS COLUMNAS |
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