|
|
Las imágenes acontecidas en la ciudad de Santa Marta por la falta de agua deberían preocupar a toda Colombia, en especial a Santander y Bucaramanga donde el preciado líquido está en riesgo, al ver una ciudad en emergencia donde cientos de mujeres, niños, adultos mayores y trabajadores se abalanzaban desesperadamente hacia los carrotanques de agua que dispusieron las autoridades municipales para suplir este desastre ante el colapso de su acueducto.
Pero la génesis de esa tragedia en Santa Marta nos debería dar varias lecciones, que van desde el descuido de las cuencas hidrográficas, la constante deforestación y destrucción de ecosistemas, la falta de planes contundentes para ordenar la ciudad alrededor del agua, pasando por la apatía de la sociedad con respecto a este tema al creer en la falacia de los recursos infinitos, hasta los entramados de corrupción que hicieron las empresas españolas en aquella ciudad en torno a los servicios públicos, y los cuales están documentados.
Esto nos debiese llamar la atención en un momento que están en riesgo los frágiles ecosistemas que generan agua en Santander y Bucaramanga, y donde a pesar del recio verano cada vez más prolongado y certero que ocurrió en Colombia; en ningún momento se ha sentido la escases, tanto en la ciudad como en su área metropolitana, ya que el manejo del preciado líquido por parte del Acueducto Metropolitano de Bucaramanga ha sido impecable.
Sin embargo el panorama puede cambiar con la avanzada mediática y económica por parte de la minera Minesa, quien al parecer y basados en las escandalosas revelaciones de videos hechas por parte del Comité por la Defensa del Páramo de Santurban, se han propuesto confundir a la población local y a los técnicos del ministerio encargado para que se apruebe la licencia de explotación en la zona donde nace nuestra agua, todo esto enmarcado en el “gran desarrollo” que traerán sus proyectos, o más bien su figura neoextractivista, que se van a generar en una región abandonada como su gran mayoría por el estado colombiano.
Por ello el riesgo de que Bucaramanga y su área metropolitana le suceda algo similar a Santa Marta no solamente es posible, sino que de no actuar será una realidad que pronto viviremos. La importancia esta en dar una contúndete voz de rechazo público y social a la multinacional minera Minesa y su posible licencia de explotación en el Páramo de Santurban, siendo transcendental la asistencia de todas y todos a la marcha convocada este 10 de mayo a las 2:00 PM desde la puerta del sol, ya que de no actuar las consecuencias saltaran a la vista.
OTRAS COLUMNAS |
|
|
|