Columna de la semana

Deconstruir el pensamiento en Colombia para superar nuestros problemas

Por: Pedro Ángel Quintero Tirado
Correo: Pangelquinteroab@gmail.com
 
              
 

Con el contexto de la llamada “polarización” en Colombia se ha tenido el intento de socavar y señalar el pensamiento crítico ante las diferentes situaciones y problemas que han venido aconteciendo, llevando todo a una dualización como si nuestra forma de pensar y sentir se dividiese en solo dos bandos, o se es de izquierda o se es de derecha se repite actualmente con vehemencia.

Este nos remite a la critica que ha realizado el intelectual latinoamericano Quijano quien señala que seguimos inmersos en una colonialidad del poder, donde todo es llevado a categorías construidas por el llamado eurocentrismo, es decir creer que solo el conocimiento europeo es el que sirve, y del cual no nos hemos podido separar desde la época de la colonia, aun logrando la tan anhelada independencia.

Por ello el señalamiento de creer que solo hay una sola forma de hacer las cosas, o el atrevimiento de señalar lo alternativo y lo autóctono como: subdesarrollado, guerrillero, mamerto, etc.; solo muestra nuestra pobre construcción social al no entender que somos una sociedad pluriétnica y multicultural; comprender esto no es fácil porque todo nuestro conocimiento se construye aún con esa mirada eurocentrista que denuncia Quijano.

Si lográramos percibir e incorporar otras miradas en Colombia, que van desde los ricos aportes de nuestros pueblos originarios, pasando por las miradas de los movimientos campesinos en torno a sus territorios, las concepciones de las múltiples culturas afroamericanas en torno a la vida, hasta las propuestas de los movimientos sociales alternativos, y una revalorización del pensamiento popular y propio; podríamos darle solución a variados problemas tanto en el país como en nuestras agobiadas ciudades desde cualquier ámbito: económico, social, medio ambiente, político, seguridad, entre otros.

La sociedad colombiana requiere darse cuenta de esto prontamente para superar la llamada “polarización”, que no es más que un intento de hacer una sociedad unanimista que no reconozca la verdadera riqueza que hay en la diversidad de pensamientos y formas de hacer las cosas para enfrentar los actuales desafíos, y promover la reproducción de la vida en todas sus dimensiones. Deconstruir nuestro pensamiento e impulsar propuestas que apunten a que todas y todos podamos encontrarnos en un mismo espacio es el verdadero reto, ya que no todo es izquierda o derecha como muchos vociferan.

 

 

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