Columna de la semana

La sociedad del padrino en Colombia

 

Por: Pedro Ángel Quintero Tirado
Correo: Pangelquinteroab@gmail.com
   
           

En la famosa trilogía de la película el Padrino Marlon Brando interpreta a Vito Corleone quien, como capo de la mafia, pierde a su hijo en una guerra contra otros delincuentes. Uno imaginaría que la respuesta debió haber sido una venganza terrible, una escalada de muerte sin compasión, sin embargo esto no fue así.

Vito reúne a todos los capos de la delincuencia, y pide parar el derramamiento de sangre dándole espacio a todos en los negocios por el beneficio de sus actividades ilícitas, es decir surge una ética del delincuente que va regir todas las acciones
como lo manifiesta Franz Himkelamert.

Lo anterior nos lleva a mirar el caso de Colombia, donde por ejemplo, nuestro fiscal éticamente defiende algo parecido a lo anteriormente expuesto en el famoso caso Obredecht, sin embargo cada vez está más sólido y apoyado por diversos sectores. Algo inexplicable desde cualquier punto de vista, y ni que decir cuando miramos gran parte nuestros dirigentes, tanto en la clase política y empresarial.

Por ello es que como lo menciona el intelectual Arturo Escobar, estamos en una crisis civilizatoria donde se ha dejado a un lado los principios éticos que nos rigen, pero no cualquier ética, sino la más importante: el derecho a la vida de todas y todos como eje fundamental para una existencia plena; por consiguiente, retomar la importancia de los principios éticos es fundamental, entiendo que bajo toda propuesta y acción política, social y económica hay una que la guía. Nada es neutro ya que cada acción tiene una ética, y esta atraviesa nuestro vivir y accionar diario.

Se requiere urgentemente entender esto para enfrentar problemas que vemos a diario, que van desde la descarada corrupción que carcome 50 billones de pesos por año en Colombia, hasta la vergonzante desigualdad social que supera los límites tolerables. De lo contrario seguiremos viendo cortinas de humo, o de muerte, para tapar los problemas que realmente nos atañen, un ejemplo de ello es la agenda diaria en Colombia de "Venezuela" y su estrategia para tapar lo que sucede, que desafortunadamente nos tiene al borde de una guerra de la cual no imaginamos las consecuencias, y de la cual Bucaramanga y Santander está a tan solo 3 horas.

 

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