Si algo ha tenido claro la denominación de la llamada “otra economía” es su carácter polisémico, es decir, no existe un concepto propio que una a todos los valiosos conceptos y desarrollos mostrados dentro de esta categoría, no obstante, si se distingue como una economía para la vida y el bien común, la cual no está basada en la tasa de ganancia como su única opción, sino en un verdadero desarrollo de nuevas formas más humanas y conscientes para relacionarnos.

Desde esta perspectiva lo que más une este diverso campo, es el sentido de construir y articular las formas y sociabilidades que han permitido la reproducción de la vida, y también en concordancia con la naturaleza, de forma diferente al canibalismo social y económico del "sálvense quien pueda", el cual ha mostrado los peligros de permitir su hegemonizacion, especialmente en tiempos de pandemia.

Por ello, la necesidad de unir la mayor cantidad de movimientos sociales, comunitarios, políticos, entre otros; que le apuesten al fortalecimiento de la Economía Popular, Social y Solidaria, es un imperativo que debe primar en todos aquellos que deseamos construir un mundo diferente y más humano, más natural, el cual evite la catástrofe actual que vivimos de desigualdad.

Desde esta perspectiva, es necesario darle trascendencia a encuentros como el que se realizó en Bucaramanga con el "III seminario internacional de Economía Social y Solidaria: Una apuesta hacia un nuevo desarrollo transformador de la sociedad" donde nuestra Red Colombiana de Economía Social y Solidaria, junto a la Universidad Santo Tomas y el Foro de Economías Transformadoras, logró desde la base recoger experiencias locales, en especial del departamento de Santander en Colombia, buscando la construcción de una mesa regional de Economía Popular, Social y Solidaria.

Este es el camino, ya que se requiere que cada municipio, cada región o provincia, integren todos los sujetos posibles en un diálogo permanente que permita incidir en las políticas públicas de sus gobiernos, pero también en procesos de autogestión de las mismas comunidades. Articular, tejer, unir y hacer, debe ser el camino para hacer frente a la actual crisis social y económica que estamos viviendo.

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