Generalmente la teoría económica que se imparte y se enseña hoy en día ha venido olvidando que es parte de las ciencias sociales, la cual también está unida a lo social y político, cuestión que señalaron grandes intelectuales como Polanyi o Mauss, quienes demostraron que al querer obviar esto se destruyen las estructuras colectivas que hacen posible la sobrevivencia de todos nosotros, comenzando a caminar en el abismo y la destrucción de la humanidad.
En esa misma línea, por estos días se evidencia precisamente la crisis del modelo neoliberal en países emblemáticos como Chile, Colombia, entre otros; y por otra parte, también el fracaso del paradigma del siglo XXI en Venezuela. Al respecto grandes analistas, como el propio Stiglitz, han señalado la necesidad de discutir los paradigmas económicos con los cuales se gobierna; uno de ellos es dejar de pensar que solo existe la esfera pública y privada, nada más alejado de esa afirmación porque hemos visto como en Latinoamérica ha surgido con fuerza el sector de lo popular.
Es decir que para poder entender lo económico en Latinoamérica se requiere diferenciar tres sectores, donde no solo está el ámbito privado conformado por las unidades empresariales, o el público donde están toda las instituciones creadas que generan políticas, sino que también está el sector popular, el cual ha hecho posible la supervivencia de numerosos ciudadanos que han sido excluidos de los sectores inicialmente mencionados, desplegando una serie de estrategias que permiten la sobrevivencia y la reproducción de miles de personas, y fortaleciéndose a través de lo que se ha llamado: “la unidad doméstica”.
Esto sonaría un poco inverosímil, sin embargo, Argentina ha demostrado que si se le da la potencia requerida a la economía popular se puede salir avante en medio de las crisis, ya que esta fue desarrollada y sostenida por medio de organizaciones de base, fortaleciéndose mediante la economía social y solidaria, y conteniendo los embates del modelo neoliberal que se intentó establecer durante el gobierno de Mauricio Macri; cuestión que ha cambiado con el nuevo impulso del gobierno entrante, quienes han creado la Secretaría de Economía Popular dentro del Ministerio de Desarrollo.
Lo anterior puede ser un espejo para Colombia, sobre todo en momentos donde se acaba de aprobar una reforma tributaria que da más gabelas al sector privado, o más bien al sector concentrado porque los pequeños y medianos empresarios no entraran en ese juego, desconociendo las dinámicas sociales, económicas y políticas que se tejen los territorios y que hacen posible la vida. La cuestión y lo indicado seria que de estos más de 12 billones de pesos, se destinara gran parte a fortalecer el sector de la economía popular por medio de las organizaciones solidarias, ya que aquí no se busca la especulación ni la concentración, sino la reproducción de la vida, generando más empleo, progreso, y un verdadero desarrollo. Estas es una tarea tanto para el gobierno nacional, como para los locales y regionales, y por supuesto para la teoría economía vigente que se enseña y está lejos de entender la realidad.
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