Columna Social y Solidaria de la semana

Gobernadores, alcaldes y Universidades públicas deben jugársela por la economía popular, social y solidaria en Colombia

Por: Pedro Ángel Quintero Tirado
Correo: Pangelquinteroab@gmail.com
 
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Por estos tiempos se avizoran nuevas crisis económicas a nivel mundial, lo cual también traerá impactos a nivel nacional, que de por sí, ya tiene serios problemas cuando se habla de empleo, producción, informalidad, inflación, entre otros; los cuales tienen un ciclo repetitivo sin solución de los “expertos”, quienes no han entendido, como lo ha dicho Joseph Stiglitz, que “estos son problemas que el sector privado capitalista no va a resolver, en parte debido a que dicho sector creó esos mismos problemas". Para paliarlos, "las cooperativas y la economía social proporcionan un tercer pilar clave”.

Por ello, conocer que es la llamada economía popular, social y solidaria, es necesario sí se quiere abordar desde otra perspectiva más humana y sostenible el que hacer económico y social. Y en este sentido con el inicio de los nuevos gobiernos, tanto a nivel departamental como municipal en Colombia, surge una oportunidad de estructurar planes de desarrollo que incluyan este tercer sector, y el abordaje de los diferentes problemas desde esta perspectiva.

Esto significa que se pueden generar economías locales sostenibles, pero además soluciones a problemas ambientales, de movilidad, de educación, alimentarios, entre otros; con la participación de todas y todos los ciudadanos, quienes desde la economía popular, social y solidaria, basados en una ética de la vida, movilizaran mayores recursos que no están supeditados solo a los márgenes de ganancias, sino a un beneficio social que incluye el interés colectivo sobre la necesidad de un buen vivir para todas y todos.

Pero para esto se requiere de una voluntad clara y permanente de los nuevos gobernantes, los cuales pueden comenzar creando al interior de sus administraciones estos espacios, que van desde novedosos programas hasta la creación de Secretarías y oficinas que se encarguen de un abordaje mejor, real y necesario del tercer sector. Así mismo, es indispensable el apoyo de las universidades públicas, siendo evidente la necesidad que en todas ellas exista un programa de extensión universitaria en economía popular, social y solidaria que apalanque estos procesos, y que apoye las gestiones gubernamentales; ejemplos claro de ello lo seguimos viendo en regiones como Quebec en Canadá, Argentina, y una gran parte de Europa, quienes siguen construyendo en todos los frentes posibles un bienestar mayor para sus ciudadanos

El reto está la vista, Colombia requiere mirar más allá de lo que comúnmente se da como solución a sus problemas, los cuales sabemos siguen su curso sin cambios reales. Incorporar este tercer sector puede ayudar a mejorar la vida de todas y todos, generando un verdadero desarrollo sostenible que posicionara positivamente la gestión de gobernadores y alcaldes; ya que comúnmente son muchas las expectativas que se generan, corriendo el riesgo de pasar con más pena que gloria en estos cortos 4 años.

 

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