Columna Social y Solidaria de la semana

La empanada debe ser popular, social y solidaria en Colombia

Por: Pedro Ángel Quintero Tirado
Correo: Pangelquinteroab@gmail.com
 
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Ha salido a la opinión pública con pitos y bombos el anuncio de la famosa ley de la empanada recordándonos el indignante episodio de los trabajadores de la economía popular –los cuales no pueden seguir llamandose como vendedores informales o ambulantes- que fueron multados por un código de policía, el cual a todas luces era inconveniente y desconocedor de los derechos consagrados en la constitución.

En esta ley si bien se avanzan en algunos aspectos, tales como el reconocimiento del derecho al trabajo, se queda corta al no reconocer la economía popular como un potencial dinamizador de la economía colombiana mediante la integración con los otros dos sectores, como son el de la economía privada capitalista y la economía publica; creyendo que esta es solo es un espacio para pobres o marginados, y olvidado que bajo ella surgieron millones de familias colombianas.

Este sector de la economía popular es lo que también podría denominarse como una economía del trabajo, porque moviliza capacidades ante la precarización del mercado laboral que no reconoce que todas y todos tenemos derecho a vivir dignamente de nuestro trabajo. Además, este se ha caracterizado por emerger en las crisis y dar un alivio miles de personas.

Es por ello que un punto importante en esta ley debería ser el reconocimiento de verdaderas políticas públicas para el sector de la economía popular desde los Ministerios de Trabajo, Comercio y Hacienda, que le apuesten a dinamizar las economías locales en integración con lo público y privado; y también por otro lado, que se estimule y se fortalezca la organización de estos trabajadores en organizaciones sociales y de base, con un mecanismo de redes que les permita ser sujetos de exigencia de derechos.

Pero más allá de lo mencionado, otra cosa elemental para esta Ley es que debería enfocar la organización de este sector en la Economía Social y Solidaria, ya que la cooperativas y asociaciones pueden brindar figuras democráticas, de ayuda mutua, y con conciencia social y comunitaria. El riesgo es que siempre que se intenta formalizar en empresas capitalistas a este sector terminara en fracaso, a diferencia de si se fortalecieran en organizaciones solidarias. Y finalmente se necesitan entender que hay tres sectores en Colombia, los cuales si se logran integrar, van a beneficiar al conjunto de la sociedad.

 

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