Columna Social y Solidaria de la semana

Prosumidores locales y solidarios: alternativas para superar la crisis

 

Por: Pedro Ángel Quintero Tirado
Correo: Pangelquinteroab@gmail.com
 
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Con el avance de la terrible crisis social y económica por cuenta de la pandemia en Colombia, así como las ineficientes medidas gubernamentales en asegurar la vida y derechos de todas y todos los colombianos dignamente, se hace imprescindible la organización desde lo territorial, y la acción directa de todas las bases sociales y ciudadanas para contener y mitiguar estos efectos, y a la vez, aportar soluciones desde lo local.

Desde este punto de vista la organización en los territorios es más que necesario, hoy más que nunca tiene vigencia la famosa arenga dada en el sur del continente durante sus crisis, la cual afirmaba que: "solo el pueblo salva al pueblo". Esta contiene la esencia de lo que debe ser el actuar en estos tiempos, y más aún, el de todas y todos aquellos que promueven de una u otra manera otra economía; es decir, desde organizaciones de trabajadores, cooperativas, asociaciones, mutuales, grupos organizados de consumidores conscientes, redes de solidaridad, trabajadores de la economía popular, entre otros.

Una figura que aporta a buscar alternativas de contención a ello es la conversión de todos nosotros en prosumidores, que es cuando ejercemos el rol de productores y consumidores desde la conciencia y la ética, pensando en la dinamizacióm del funcionamiento social y económico de nuestros territorios con el fin de que todas y todos resuelvan sus necesidades. Esto requiere de un cambio en nuestros comportamientos individualistas o de mercado libre y desregulado, por uno colectivo que piense en el conjunto; o como lo promueve Laville, en la perspectiva de que podemos ser y actuar como una colmena de abejas.

Está figura de prosumidores, sumado a los clubes de trueque y las monedas sociales, permitió a la Argentina soportar la terrible crisis del 2001-2003, la cual se resumía en el testimonio de una prosumidora, quien recordaba que a través de ella pudo “tener la heladera llenita" en momentos donde la economía colapsaba estrepitosamente y no se tenía una capacidad de consumo; como tampoco la presencia del estado que ayudara a contener los efectos sociales que se asentaban..

Para ser prosumidores debemos actuar como consumidores conscientes sobre nuestras compras e intercambios priorizando lo local por encima de lo importado, priorizando a los pequeños emprendimientos que van desde las tiendas de barrio, pequeños emprendimientos, cooperativas, asociaciones compra directa a los campesinos, entre otros; así como también ejerciendo el papel de productores, los cuales exploramos la posibilidad de comenzar a producir nuestro propio consumo o intercambiar nuestro conocimiento con otros productores. Todo esto fortaleciendo los circuitos cortos, y teniendo como premisa que en los intercambios debe primar la solidaridad y la empatía con el otro. Ser un prosumidor en estos tiempos es construir otra economía.

 

 

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